martes, 26 de abril de 2016

En el día mundial de la meningitis, una enfermedad para tomar conciencia


Como todos los años, cada 24 de abril se conmemora el día mundial de la meningitis, una enfermedad que, cuando su origen es bacteriano, posee una alta mortalidad y también es propensa a dejar graves secuelas. Aunque la patología puede aparecer a cualquier edad, los grupos con mayor riesgo de enfermarse son los lactantes, los niños y los adolescentes. Aquí todo lo que hay que saber


¿Qué es la meningitis? Es una infección de las membranas que cubren el cerebro y la médula espinal.

Causas. Las más comunes son las infecciones virales. Estas infecciones generalmente mejoran sin tratamiento. Sin embargo, las infecciones meningíticas bacterianas son extremadamente graves. Pueden provocar la muerte o daño cerebral incluso con tratamiento. Entre las más bacterias más habituales que pueden provocarla están el neumococo, el meningococo y la Haemophilus influenzae.
La meningitis también puede ser causada por:
- Irritación química
- Alergias a medicamentos
- Hongos
- Parásitos
- Tumores
Muchos otros tipos de virus pueden causar meningitis: 
- Enterovirus: Estos son virus que también pueden causar enfermedades intestinales.
-Virus del herpes: Son el mismo virus que puede causar el herpes labial y el herpes genital. Sin embargo, las personas con herpes labial o genital no están en mayor riesgo de desarrollar meningitis herpética.
- Los virus que pueden causar paperas y VIH pueden provocar meningitis aséptica.
- Virus del Nilo Occidental: Este virus se disemina por medio de las picaduras de mosquitos y se ha convertido en una causa de meningitis viral en la mayor parte de los Estados Unidos.
• Cómo se trasmite. Muchos de los agentes que la causan colonizan la vía aérea superior de individuos sanos, que actúan entonces como reservorios de la enfermedad y la contagian a otras personas. La transmisión se produce a través de las secreciones respiratorias, como la saliva o las gotitas expulsadas al estornudar o toser.
Síntomas. En un principio puede aparecer fiebre alta que no cede con medicamentos, dolores de cabeza muy fuerte, dolores musculares, náuseas y vómitos muy intensos. Más tarde, otras manifestaciones características son la sensibilidad a la luz (fotofobia), rigidez o dolor de cuello y, en las etapas más avanzadas, erupción en la piel, infección generalizada (sepsis) y coma. En los lactantes y niños más pequeños, la enfermedad puede originar fiebre alta, irritabilidad, rechazo del alimento y marcada tendencia al sueño.
Signo de meningitis de Brudzinski
Uno de los síntomas físicamente demostrables de la meningitis es el signo de Brudzinski. La rigidez severa del cuello produce que las rodillas y cadera del paciente se flexionen cuando se flexiona el cuello.
Signo de meningitis de Kernig
Uno de los síntomas físicamente demostrables de la meningitis es el signo de Kernig. Cierta rigidez de los tendones de la corva produce incapacidad para enderezar la pierna cuando se flexiona la cadera a 90 grados.
• Pruebas y exámenes
Punción lumbar (punción espinal)
Frente a una sospecha de meningitis, se debe realizar una punción lumbar (punción raquídea) para extraer una muestra del líquido cefalorraquídeo (conocido como LCR) para su análisis. La punción lumbar o punción espinal es un procedimiento utilizado para recolectar líquido cefalorraquídeo para determinar la presencia de una enfermedad o lesión. Se inserta una aguja en la parte inferior de la columna vertebral, generalmente entre la tercera y cuarta vértebra lumbar, y una vez que la aguja está en el lugar correcto en el espacio subaracnoideo (espacio entre la médula espinal y su cobertura, las meninges), se pueden medir las presiones y recolectar líquido para evaluarlo.
Otros exámenes que se pueden hacer incluyen:
- Hemocultivo
- Radiografía de tórax
- Tomografía computarizada de la cabeza

Evolución. Es importante remarcar que la meningitis evoluciona muy rápido, en el trascurso de horas, lo que demuestra que es de vital importancia conocer los síntomas más tempranos y consultar al médico. El diagnóstico y tratamiento oportuno de la meningitis bacteriana es esencial para prevenir lesiones neurológicas permanentes. Generalmente, la meningitis viral no es una enfermedad grave y sus síntomas deben desaparecer en cuestión de 2 semanas sin complicaciones duraderas.
Posibles complicaciones: Sin un tratamiento oportuno, la meningitis puede provocar lo siguiente:
- Daño cerebral
- Acumulación de líquido entre el cráneo y el cerebro (derrame subdural)
- Hipoacusia
- Hidrocefalia
- Convulsiones

Mortalidad y posibles secuelas. Si bien la meningitis de origen bacteriano es una afección relativamente poco frecuente, tiene una alta mortalidad (del 4 al 27%) y puede dejar graves secuelas, como sordera, daño cerebral irreversible o amputaciones. Estas características la convierten en una patología muy relevante.

Tratamiento. Para la meningitis bacteriana se suele utilizar antibióticos, que si se administran de forma rápida y precoz, mejora la evolución y el pronóstico de la patología. Los antibióticos no tratan la meningitis viral. Pero los medicamentos antivirales pueden recetarse a aquellos con meningitis herpética.
Otros tratamientos incluirán:
- Líquidos  intravenosos (IV)
- Medicamentos para tratar síntomas como el edema cerebral, el shock y las crisis epilépticas

• Prevención. El lavado de manos es fundamental porque la transmisión se produce a través del intercambio de saliva y otras secreciones respiratorias. A su vez, distintas vacunas protegen contra varios de los agentes. El Calendario Nacional de Vacunación (CNV) incluye la vacuna contra el neumococo conjugada, que se aplica a los dos, a los 4 y a los doce meses, que previene la meningitis, la neumonía y la sepsis por neumococo. También la vacuna quíntuple tetravalente, que protege contra el Haemophilus influenzae y se aplica a los dos, cuatro y seis meses.

Por otra parte, existen las vacunas polisacáridas, indicadas a partir de los 2 años de vida y pueden recibirlas niños, adolescentes, adultos y adultos mayores. Aunque no es obligatoria, se recomienda la inmunización a las personas con factores de riesgo, como, por ejemplo, las alteraciones de la inmunidad.

Por último están las vacunas contra el meningococo, entre ella las que protege contra el serogrupo C, que pueden aplicarse a partir de los dos meses de vida y también las inmunizaciones conjugadas tetravalentes contra los meningococos serogrupos  A, C, Y y W135, que pueden aplicarse a partir de los nueve meses o los dos años de vida.   

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